Christian Garin (23° ATP) sabía que tenía una oportunidad de oro para avanzar por primera vez en su carrera a la cuarta ronda de un Grand Slam. Al frente estaba el estadounidense Marcos Girón (84°), un jugador que, a pesar de estar lejos de ser un especialista en arcilla, se las había ingeniado para avanzar en Roland Garros. Sin embargo, para avanzar, el chileno tenía que elevar el nivel de su juego para no llegar a los límites de sufrimiento que debió enfrentar ante Mackenzie McDonald en la vuelta anterior y que, incluso, lo llevó a levantar dos puntos de partido. Lo entendió así y celebró un nuevo hito, imponiéndose por 6-1, 5-7, 6-2 y 6-2, en dos horas y 31 minutos. Una victoria maciza y de mucha importancia para su presente y futuro.
El primer set fue de óptimo nivel. El tenista nacional se vio beneficiado con la lluvia previa que dejó la cancha más pesada, ideal para afirmarse mejor y llevar a cabo su tenis. Ofreciendo una notable variedad de tiros, quebró tres veces ante un rival que no entregaba mayores respuestas. Esa comodidad lo llevó a sacar diferencias rápidamente en la segunda manga. Llegó a estar 5-2 arriba. Todo parecía irse hacia un rápido desenlace. No obstante, el norteamericano despertó y rompió el saque el chileno consecutivamente, para ganar ese capítulo y entregarle al partido una cuota innecesaria de incertidumbre.
A diferencia de ese partido aciago ante Matteo Berrettini en Madrid, donde dejó escapar 11 juegos consecutivos en una situación similar, el pupilo de Franco Davin supo salir de ese mal momento. No perdió la calma, se reenfocó y logró una ruptura en el cuarto juego del parcial. Girón, por su parte, volvió a perder precisión con sus tiros, lo que le facilitó bastante la tarea al número uno criollo, quien cerró el capítulo con un nuevo break.
Quedaba culminar la obra y para eso Garin necesitaba mantener la tranquilidad y evitar que la ansiedad por concretar un momento tan importante en su trayectoria, como ubicarse en los octavos de final de un major, lo nublara. Rompió el saque de su adversario en el segundo game, y eso parecía darle un buen impulso. Y, a pesar de un intercambio de quiebres, el excampeón junior de Roland Garros logró sortear esas turbulencias y se encaminó a una victoria significativa que, de paso, lo pone de vuelta en el top 20.
La ilusión por alcanzar los cuartos de final en París, y ser el primer chileno en hacerlo desde Fernando González en 2009, está latente. Sin embargo, para conseguirlo, deberá doblegar al número dos del mundo Daniil Medvedev, quien se impuso por 6-4, 6-2 y 6-4 al estadounidense Reilly Opelka.
El historial entre ambos está igualado a un triunfo por lado. No obstante, el último duelo fue para Gago, quien se impuso por 6-4, 6-7 (2) y 6-1, en los octavos de final del Masters 1.000 de Madrid, el pasado 6 de mayo.
Original de La Tercera
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