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Las reservadas conversaciones entre el gobierno y la U por un terreno para el estadio azul en Cerrillos

20 de diciembre. 16 horas. En la Región Metropolitana el sol golpea con fuerza. Más todavía en Cerrillos. En esa comuna del sector surponiente de la capital, comienza a fraguarse una reunión decisiva para Universidad de Chile. O, más precisamente, para el principal y más postergado sueño de la vida institucional de los azules: el estadio propio. Pocas veces como en esta oportunidad, la opción fue tan concreta. Los acercamientos entre el gobierno, Azul Azul y el mencionado municipio dan un paso determinante para las aspiraciones del club estudiantil. En la cita se analiza concretamente el sitio en el que estaría emplazado el anhelado reducto azul.

La reunión es de carácter oficial. En ella participan el ministro de Vivienda y Urbanismo, Felipe Ward, el gerente general de Azul Azul, Cristián Aubert y la alcaldesa de Cerrillos, Lorena Facuse. En la cita surge la opción de un paño para la construcción del reducto. Se trata de un terreno de 12 hectáreas que cumple con las condiciones de conectividad que requiere un escenario proyectado con una capacidad para 30 mil espectadores. Está a escasa distancia de la avenida Lo Errázuriz y de la autopista Central y a 3.450 metros de la estación de Metro Cerrillos. Se trata de un predio plano y colindante con áreas residenciales. Y que, ciertamente, está ubicado en el área urbana de Santiago, un factor al que los laicos habían comenzado a pensar en renunciar, precisamente por las dificultades para encontrar un emplazamiento apto para la obra.

Un proyecto que cuadra

La U no corre sola en la búsqueda de los terrenos, que son propiedad del Serviu. Hay distintos proyectos del Mindep y el Minsal que pretenden vincularse a esa superficie. A nivel municipal existe la convicción de que el terreno debe destinarse a actividades relacionadas con el deporte y la salud y de que debe complementarse con otras realizaciones que contribuyan al bienestar de los vecinos. El estadio azul calza a la perfección con esa definición.

“He tenido un par de reuniones con directivos de Universidad de Chile. Según me comentaron, llevan años buscando un terreno para llevar adelante su Proyecto Estadio”, manifiesta la edil Facuse a La Tercera. “Personalmente, veo que en nuestra comuna tenemos un espacio amplio y que permite desarrollo de proyectos de infraestructura deportiva de gran escala, como el Parque Bicentenario”, añade la máxima autoridad comunal, abriéndole las puertas de Cerrillos al anhelo de los universitarios.

El eventual estadio laico cuadra con la idea de desarrollo para ese polo comunal. “En el Parque Bicentenario aspiramos a tener la mayor variedad de proyectos desarrollados en su interior. Es muy importante el desarrollo habitacional, pero también es importante complementarlo con un edificio consistorial, con espacios de atención de salud, con espacios de recreación y deportivos”, agrega Facuse.

Hay un tercer elemento que también facilita los acercamientos. “Como comuna, estamos en busca de proyectos que generen inversión, trabajo y posibilidades de desarrollo social, así como también necesitamos ingresos, como las patentes comerciales, que nos ayuden a contar con recursos permanentes que ayuden a impulsar el desarrollo de la comuna”, proyecta la alcaldesa.

En Vivienda, en tanto, transmiten que los terrenos consultados por Azul Azul actualmente tienen uso de infraestructura deportiva luego de que para ese sector se firmara en 2021 un convenio entre el Serviu Metropolitano y el Comité Olímpico de Chile (COCH). Esto, pensando en los Juegos Panamericanos de 2023. En ese sector, se está construyendo la Villa Panamericana, instalaciones que, posteriormente a los Juegos, dicen las mismas fuentes, quedarán como viviendas sociales.

Entusiasmo controlado

En la U ven las gestiones con entusiasmo. En Azul Azul admiten que el estadio propio sigue siendo un proyecto al que le dedican atención, más allá de que en algún momento se haya visto lejano y reaccionan frente al anuncio. “El anhelo de tener un estadio propio siempre ha estado y estará en el club, hasta que se pueda concretar. En la U siempre estamos viendo opciones y conversando con quien sea necesario, para evaluar el contexto en que se pueda desarrollar el proyecto”, responden en la concesionaria.

Los laicos admiten las tratativas para concretar el sueño. “Efectivamente, hemos tenido acercamientos con distintas autoridades, de gobierno y de varias municipalidades, entre las que está Cerrillos. Pero son conversaciones que todavía no llegan a un compromiso que amerite ser informado”, prefieren sostener, en función de una cautela forzada por la serie de experiencias fallidas en el mismo sentido.

Precisamente, este último factor es el que obliga a los laicos a revisar en detalle cada referencia. “En nuestra nueva administración no queremos levantar falsas expectativas con un proyecto tan ambicioso como éste. No queremos caer en errores pasados y solo informaremos algún tipo de avance cuando éste sea real, serio, concreto y firme. Un principio angular de esta dirigencia es que no podemos jugar con las ilusiones de nuestra fiel hinchada”, añaden en la mesa que preside Michael Clark.

Igualmente, ya hay algunos lineamientos. Se tratará de un estadio con capacidad para 30 mil espectadores, que no será techado, pero que cumplirá los estándares que establece la FIFA para sus competencias. El aforo, ciertamente, les permitiría disputar las instancias decisivas de la Copa Libertadores, cuando les toque jugarlas.

El financiamiento es una materia que aún está en revisión. Se asume que se tratará de un proyecto costoso. El naming right, la fórmula que ocupan incluso los grandes clubes europeos de asociar el nombre de su estadio a alguna marca, forma parte de las estrategias en proceso de exploración.

Original de La Tercera

@EstudioEstadio

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