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¿Por qué la U aún no despide a Pellegrino? Las razones que mantienen al DT en la banca azul

Mauricio Pellegrino y Azul Azul viven su momento más tenso desde que cruzaron sus caminos el pasado 14 de diciembre. Desde que el técnico argentino se puso el buzo de Universidad de Chile, ambas partes nunca habían enfrentado una crisis de tal magnitud.

Lo más llamativo, sin embargo, es que el complicado momento no se produce directamente por la caída libre que anota la U durante la segunda rueda del Torneo Nacional, en la que acumula apenas dos empates y seis derrotas en los últimos ocho juegos disputados. De estar peleando el primer lugar, los estudiantiles cayeron al décimo puesto, a nueve unidades del descenso. Un escenario inimaginable para un equipo que alguna vez se ilusionó con pelear el certamen local.

Una vez consumada la derrota frente a Copiapó, Pellegrino explotó. Nadie lo esperaba. Muchos, incluso, apuntaban a que el DT se cuadraría con sus últimas conferencias de prensa, que parecían ser calcadas semana a semana. El técnico valoraba el compromiso del equipo y aseguraba que solo era cosa de tiempo que los resultados volviesen a llegar por la forma en la que se estaba trabajando.

Para sorpresa, el verso de Pellegrino fue totalmente contrario. El DT apuntó a la dirigencia y a sus propios jugadores. “Yo soy el entrenador en las buenas y en las malas. Hay una dinámica instalada de que cuando al equipo le va mal, es el técnico quien se tiene que ir. Y la U es un equipo grande, pero le falta mucho para que se comporte como tal. Por ejemplo en el plantel, en la mentalidad, la inversión; vender más que traer, no tenemos estadio, estamos jugando sin gente, hay muchas cosas que no se condicen con la expectativa”, dijo el estratega.

Su análisis continuó. “Si se han ido tantos entrenadores y el club lleva más de tres años en una dinámica difícil, la culpa no es del entrenador. Yo tengo dignidad, porque doy la cara. Acá la solución no es que el entrenador se vaya (…) responsabilidad tenemos todos acá. Ahora pido que no se entre en el análisis sencillo de echar al técnico. Yo en su momento di un paso al costado, pero es algo que se debe hablar con calma porque tenemos la grandeza de la gente que nos acompaña y ojalá que pronto le podamos devolver lo mismo”, agregó.

Los puntos que abordó el técnico de la U molestaron en la concesionaria. Nadie se imaginaba que el estratega disparara contra los diferentes estamentos del club: dirigentes, funcionarios y jugadores. Más porque algunos directivos, al ser consultados por El Deportivo, advierten que el estratega nunca ha repetido este discurso a puertas cerradas.

En el club temen que Pellegrino pague las consecuencias de su momento de furia. Apuntó a sus propios dirigidos (”a la U le falta en el plantel, en mentalidad”). El plantel ya lo tenía en la mira por su estilo europeo, muy lejano a cada futbolista. Otro de sus descargos que molestó en la cúpula de Azul Azul fue la justificación de no tener estadio, un tema que él sabe que es sensible para la institución. “Él cuando asumió en la U sabía que la U no tenía estadio. No puede ponerlo como excusa”, dice un dirigente.

De momento, en la U no tenían en mente despedir al técnico. Pensaban que su periodo más complejo había pasado. Ya había zafado en las dos oportunidades que estuvo al límite: si perdía frente a Curicó, se iba. En aquella oportunidad, Darío Osorio lo salvó con un gol en la agonía. Y frente a Colo Colo, en el Santa Laura, una derrota también pondría fin a su ciclo. Sin embargo,los azules exhibieron una mejoría (más desde lo anímico que lo táctico) que le valió para aferrarse al cargo. El plan B ya estaba definido: Sebastián Miranda se quedaría a cargo del equipo hasta diciembre.

Los dardos del estratega revolvieron su futuro en la escuadra estudiantil. En la concesionaria creen que el DT ya está planificado su salida del club. Por lo mismo, quiso descargarse pensando en un posible despido. Más allá de sus intenciones y deseos, en el club se dividen por su continuidad. “Cuando ganan, el triunfo es de ellos, pero cuando pierden la culpa es de los dirigentes . Siempre es así y actúan así. Es algo igual súper humano”, dicen desde la mesa directiva. “Aún no hay señales de q esta semana tengamos q definir algo con respecto a él”, agregan.

Sacarlo ahora de su cargo significaría pagar otra millonaria indemnización y volver a poner a los azules como un club inestable. Es algo que la actual concesionaria busca dejar en el pasado. Más cuando los dineros en el club escasean, pese a la millonaria venta de Darío Osorio, que será pagada en cuotas. Sin embargo, sus palabras dejaron todo en el aire. “No creo que sea bueno despedirlo ahora”, repite otra fuente del club.

Las cifras de los técnicos que han desfilado por el Centro Deportivo Azul no dejan de ser llamativas. Tras la salida de Jorge Sampaoli, en la temporada 2013, la U registra 21 técnicos, incluyendo interinatos. Además esto no le ha salido barato a Azul Azul. Desde Darío Franco en adelante, el club ha tenido que desembolsar cerca de US$ 3,5 millones de indemnizaciones a todos los entrenadores despedidos.

Desde 2013 en adelante, han desfilado por la banca de la U Darío Franco, Marco Antonio Figueroa, Cristián Romero, Martín Lasarte, Sebastián Beccacece, Víctor Hugo Castañeda, Luis Musrri, Ángel Guillermo Hoyos, esteban Valencia, Frank Darío Kudelka, Alfredo Arias, Hernán Caputto, Marcelo Jara, Rafael Dudamel, Esteban Valencia, Cristián Romero, Santiago Escobar, Sebastián Miranda, Diego López, Sebastián Miranda y ahora Mauricio Pellegrino.

La U vuelve a enfrentar una semana llena de problemas. Un final de Torneo Nacional que parece ser calcado al de los últimos años marcado por los problemas internos y con el fantasma del descenso a la vuelta de la esquina.

Fuente: La Tercera

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