Después de 34 días sin disputar partidos en la Liga de Primera, Colo Colo volvió al triunfo con un contundente 2-0 sobre Coquimbo Unido, resultado que no solo le permite recuperar terreno en la tabla sino también levantar el ánimo en un momento complejo para la institución.
Un regreso necesario
El último partido de Colo Colo en el torneo local había sido el 27 de marzo, en el empate 1-1 ante Palestino. Desde entonces, el equipo había enfrentado una serie de desafíos, incluyendo los incidentes en la Copa Libertadores contra Fortaleza y la posterior sanción de la Conmebol que lo obligó a jugar a puertas cerradas.
Ante Coquimbo, único invicto del campeonato hasta ese momento, el Cacique mostró un rendimiento sólido en el primer tiempo. Con una línea de tres defensores y las bandas bien cubiertas por Mauricio Isla y Lucas Cepeda, el equipo de Jorge Almirón encontró rápidamente el ritmo del partido.
Los goles que ilusionan
El marcador se abrió temprano, a los 13 minutos, gracias a un tiro libre ejecutado por Claudio Aquino que Marcos Bolados anticipó con maestría para marcar el 1-0. El delantero, quien ha ido ganando protagonismo en el equipo, volvió a anotar antes del descanso, esta vez con un preciso remate al primer palo tras una magistral asistencia de taco de Javier Correa.
Correa, aunque con poco protagonismo durante el encuentro, demostró una vez más su capacidad para decidir en momentos clave. Su participación contrastó con la de Salomón Rodríguez, quien ingresó en el segundo tiempo y siguió sin convencer, dejando en evidencia que aún debe adaptarse al equipo.
Segundo tiempo de control
Con la ventaja en el marcador, Colo Colo bajó la intensidad en el complemento, permitiendo que Coquimbo tuviera más posesión del balón. Sin embargo, el equipo visitante no logró generar peligro real sobre el arco defendido por Fernando De Paul, quien tuvo una tarde tranquila.
La expulsión de Manuel Fernández a los 72 minutos terminó de sepultar las esperanzas de Coquimbo, dejando el camino libre para que el Cacique administrara el resultado sin mayores sobresaltos.
Seguridad y normalidad en el Monumental
Más allá del aspecto futbolístico, el partido representó un desafío organizacional para Colo Colo, que volvió a recibir público en el Monumental tras los trágicos incidentes del 10 de abril. Con un aforo reducido a 30 mil espectadores (de los cuales asistieron 17.756), las medidas de seguridad fueron reforzadas, incluyendo un mayor despliegue policial e incluso el sobrevuelo de un helicóptero de Carabineros.
El presidente de Blanco y Negro, Aníbal Mosa, junto al delegado presidencial Gonzalo Durán, supervisaron personalmente las medidas implementadas, demostrando el compromiso del club por garantizar la seguridad en el recinto.
Lo que viene
Este triunfo permite a Colo Colo recuperar la confianza y sumar tres puntos clave en el torneo local, donde aún tiene tres partidos pendientes. El equipo ahora deberá prepararse para los próximos desafíos, incluyendo su regreso a la Copa Libertadores, donde las opciones de clasificación siguen vivas pero complicadas.
Con un plantel que poco a poco va encontrando su mejor versión y un ambiente que busca dejar atrás las tensiones de las últimas semanas, el Cacique espera que esta victoria sea el punto de partida para una racha positiva en lo que resta de la temporada.
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