Aníbal Mosa vivió una jornada de contrastes este viernes. Mientras fue ratificado como presidente de Blanco y Negro por el directorio de la concesionaria, también debió enfrentar una de las decisiones más adversas que ha recibido Colo Colo en el último tiempo: la sanción impuesta por la Conmebol tras los incidentes ocurridos el 10 de abril en el Estadio Monumental.
La Comisión Disciplinaria del ente sudamericano resolvió otorgar el triunfo por 3-0 a Fortaleza, además de imponer una multa de 80 mil dólares al club chileno. Asimismo, el cuadro albo deberá jugar cinco partidos a puertas cerradas en torneos organizados por Conmebol (uno ya cumplido ante Racing) y tampoco podrá contar con público en condición de visitante durante el mismo número de encuentros.
La resolución causó indignación en Mosa, quien expresó públicamente su malestar y calificó el castigo como excesivo. “Jugar cinco partidos sin público implica una pérdida cercana a los cinco millones de dólares. Eso, sumado a la pérdida de los puntos, nos parece completamente desproporcionado”, señaló tras la reunión extraordinaria del directorio.
El empresario reconoció que hubo desórdenes e invasión al campo, pero insistió en que las penas impuestas no se ajustan a la magnitud del incidente. “Vamos a apelar, creemos que el tema deportivo debe resolverse en la cancha. Además, los ingresos por partidos de este tipo superan fácilmente los 800 mil dólares, lo que genera un perjuicio grave para el club”, sostuvo.
Desde Macul ya se trabaja junto a un equipo legal especializado en derecho deportivo internacional para revertir, al menos parcialmente, las medidas adoptadas por Conmebol. Mosa enfatizó que el objetivo principal es recuperar los puntos, pero también reducir la cantidad de partidos sin público, debido al enorme impacto financiero.
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