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Elongar antes y después del deporte: la clave para un mejor rendimiento físico

Elongar —también conocido como estiramiento muscular— es una práctica muchas veces subestimada dentro de la rutina deportiva. Sin embargo, numerosos estudios y profesionales del deporte coinciden en que incorporar ejercicios de elongación antes y después del entrenamiento puede marcar una diferencia significativa en el rendimiento, la prevención de lesiones y la recuperación muscular.

Prevención de lesiones: el primer gran beneficio

Uno de los principales beneficios de elongar es la reducción del riesgo de lesiones musculares y articulares. Al estirar los músculos, se mejora su flexibilidad y elasticidad, lo que permite que estos se adapten mejor a los esfuerzos exigidos durante la actividad física.

“Un músculo flexible es menos propenso a sufrir desgarros o contracturas”, explican fisioterapeutas deportivos.

Mejora del rendimiento físico

Elongar correctamente también tiene un impacto directo en el rendimiento deportivo. Una musculatura más flexible permite movimientos más amplios, coordinados y eficientes. Esto es especialmente importante en disciplinas como el atletismo, el fútbol, la natación o la danza, donde la movilidad articular y la amplitud de movimiento son determinantes.

Además, se ha observado que una sesión breve de estiramientos dinámicos antes del ejercicio puede ayudar a activar el sistema nervioso y preparar al cuerpo para el esfuerzo.

Recuperación muscular y disminución de dolores

Después del entrenamiento, realizar una rutina de elongación pasiva o estática ayuda a los músculos a volver a su estado de reposo de forma gradual. Esto favorece la circulación sanguínea, lo que facilita la eliminación del ácido láctico acumulado durante el ejercicio, ayudando a reducir la sensación de fatiga y los dolores musculares posteriores.

Beneficios psicológicos: cuerpo y mente en equilibrio

Elongar también tiene un impacto positivo a nivel emocional. Dedicar unos minutos a estiramientos suaves después de la actividad física puede ayudar a generar una sensación de calma y bienestar, reduciendo los niveles de estrés y ansiedad.

Consejos para una elongación efectiva

  • No forzar los movimientos: estirar hasta sentir una leve tensión, nunca dolor.

  • Mantener cada estiramiento entre 15 y 30 segundos.

  • Respirar profundamente durante el estiramiento para facilitar la relajación muscular.

  • Incluir tanto estiramientos dinámicos (antes) como estáticos (después) del ejercicio.

Conclusión

Incorporar la elongación como parte habitual de la rutina deportiva es una inversión en salud y rendimiento. Más allá de la preparación física, estirar es una forma de cuidar el cuerpo y prevenir futuras lesiones, además de contribuir a un estado general de bienestar.

El cuerpo agradece cada minuto que se le dedica, y elongar es una de las maneras más efectivas de demostrarle ese cuidado.

@EstudioEstadio

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