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Expertos alertan sobre nuevas precauciones para la práctica deportiva durante el verano

Con la llegada de temperaturas más elevadas, especialistas en medicina deportiva y salud ambiental advierten que la práctica de ejercicio en verano requiere precauciones estrictas para evitar problemas asociados al calor, como el golpe de calor, la deshidratación severa y el deterioro del rendimiento físico.

Riesgos aumentan con el calor extremo

Diversas revisiones científicas en fisiología del ejercicio señalan que el estrés térmico provoca una mayor carga cardiovascular, ya que el cuerpo redirige sangre hacia la piel para disipar calor, reduciendo el flujo hacia los músculos. Esto genera fatiga temprana, aumento de la frecuencia cardiaca y dificultades para mantener la intensidad del entrenamiento.

Además, estudios epidemiológicos sobre olas de calor muestran que la incidencia de golpes de calor y otros trastornos térmicos aumenta significativamente en personas físicamente activas, incluso en sesiones de entrenamiento de duración moderada.

Hidratación y control del esfuerzo

Las guías de organizaciones internacionales de medicina del deporte coinciden en que mantener una hidratación constante es fundamental, ya que la deshidratación leve puede afectar la capacidad aeróbica y la coordinación, mientras que la deshidratación moderada o severa incrementa el riesgo de colapso por calor.

Asimismo, se recomienda evitar entrenar en las horas de mayor radiación solar y adaptar la intensidad del ejercicio, ya que a medida que la temperatura ambiente aumenta, el cuerpo necesita realizar un mayor esfuerzo para mantener su temperatura interna dentro de rangos seguros.

La ropa y la protección solar también son clave

Investigaciones en salud ambiental destacan que el uso de ropa ligera, transpirable y de colores claros ayuda a mejorar la disipación del calor. Del mismo modo, la exposición prolongada al sol puede provocar quemaduras y estrés térmico, por lo que se aconseja utilizar protector solar de amplio espectro y entrenar en zonas sombreadas siempre que sea posible.

Recomendaciones para un deporte seguro en verano

  • Evitar las horas de máximo calor, especialmente entre las 12:00 y las 17:00.

  • Hidratarse antes, durante y después del ejercicio, ajustando la ingesta según la intensidad y la duración.

  • Escuchar las señales del cuerpo, deteniendo la actividad ante mareos, náuseas o excesiva fatiga.

  • Utilizar indumentaria adecuada y protección solar.

  • Optar por entrenamientos más cortos e intervalados en días de calor extremo.

Conclusión

Los expertos coinciden en que la combinación de altas temperaturas y ejercicio físico exige una planificación cuidadosa. Con medidas preventivas adecuadas, es posible disfrutar del deporte durante el verano sin comprometer la salud ni el rendimiento.

@EstudioEstadio

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