Con la llegada del verano y el aumento de actividades al aire libre, dermatólogos y entrenadores deportivos coinciden en que la piel se convierte en una de las zonas más expuestas y vulnerables. El incremento de la radiación solar, el sudor y el uso de ciertos accesorios deportivos pueden generar irritaciones, quemaduras e incluso problemas a largo plazo si no se toman las precauciones adecuadas.
La dermatóloga Dra. Laura Méndez, especialista en fotoprotección, señala que “la mayoría de las personas aplica protector solar solo antes del entrenamiento, pero olvida que debe reaplicarse cada dos horas, y con mayor frecuencia si hay sudoración intensa”. Según la profesional, lo ideal es optar por protectores resistentes al agua, de al menos FPS 30, y aplicarlos 30 minutos antes de la actividad física.
Por su parte, el entrenador deportivo Carlos Rivera, dedicado al trabajo al aire libre, remarca que “muchos deportistas priorizan el rendimiento y olvidan la hidratación, tanto interna como externa; sin una piel bien hidratada, el riesgo de irritación aumenta”. Recomienda el uso de ropa deportiva transpirable, preferentemente en colores claros y con protección UV.
Además, la especialista en medicina del deporte Dra. Sofía Aranda advierte que “el sudor mezclado con restos de bloqueador o maquillaje puede obstruir los poros y generar brotes de acné”. Sugiere limpiar el rostro con productos suaves después del entrenamiento y evitar cosméticos pesados durante la actividad.
Entre los cuidados más recomendados para esta temporada destacan:
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Aplicar protector solar adecuado y reaplicarlo con frecuencia.
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Hidratarse constantemente, incluso antes de sentir sed.
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Usar gorras, gafas deportivas y ropa con protección UV.
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Realizar una higiene correcta tras el ejercicio para evitar irritaciones.
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Optar por zonas de sombra cuando sea posible, especialmente entre el mediodía y las 16:00.
Los especialistas coinciden en que la prevención es clave: proteger la piel no solo mejora el rendimiento deportivo, sino que también evita daños a largo plazo. Con simples medidas, es posible disfrutar del verano sin descuidar la salud cutánea.
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