Expertos en salud han alertado sobre el incremento de casos de golpe de calor durante periodos de temperaturas extremas. Este padecimiento ocurre cuando el cuerpo pierde la capacidad de regular su temperatura, superando los 40 °C, lo que puede provocar daños graves en órganos vitales e incluso la muerte.
Según médicos especialistas, el golpe de calor no es una simple insolación. Se trata de una emergencia médica que puede desarrollarse rápidamente, especialmente en niños, adultos mayores, personas con enfermedades crónicas y trabajadores expuestos al sol.
¿Cuáles son los principales riesgos?
Los expertos señalan que el golpe de calor puede causar:
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Daño cerebral permanente
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Fallas cardíacas, renales y hepáticas
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Deshidratación severa
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Convulsiones y pérdida del conocimiento
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Muerte si no se recibe atención inmediata
El riesgo aumenta en ambientes con alta humedad, mala ventilación y durante actividades físicas intensas sin hidratación adecuada.
Señales de alerta
Los especialistas recomiendan estar atentos a síntomas como:
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Dolor de cabeza intenso
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Piel caliente, seca o enrojecida
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Confusión, mareo o desorientación
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Náuseas y vómitos
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Pulso acelerado
Ante cualquiera de estos signos, se debe buscar atención médica de inmediato.
Recomendaciones de expertos para prevenir el golpe de calor
Profesionales de la salud insisten en que la prevención es clave y recomiendan:
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Beber agua constantemente, incluso sin sentir sed
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Evitar la exposición al sol entre las 11:00 y las 17:00 horas
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Usar ropa ligera, clara y de algodón
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Permanecer en lugares ventilados o con aire acondicionado
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No dejar a niños, adultos mayores o mascotas dentro de vehículos
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Reducir la actividad física en horas de mayor calor
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Consumir alimentos ligeros y evitar el alcohol
“La hidratación y el descanso en sombra pueden salvar vidas durante una ola de calor”, advierten especialistas en medicina preventiva.
Un llamado a la conciencia
Las autoridades subrayan que el golpe de calor es prevenible, pero requiere responsabilidad individual y comunitaria. Reconocer los síntomas a tiempo y seguir las recomendaciones médicas puede marcar la diferencia entre una recuperación rápida y consecuencias fatales.
Cuidarse del calor no es una opción, es una necesidad.
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