Especialistas llaman a planificar, moderar las porciones y mantener hábitos activos para sortear cenas, celebraciones y tentaciones propias de diciembre sin descuidar el bienestar.
Con la llegada de las fiestas de fin de año, las mesas abundantes y los encuentros sociales se multiplican. Para muchos, este período se traduce en un aumento de peso que luego cuesta revertir. Sin embargo, expertos en salud coinciden en que no es necesario renunciar a las celebraciones para cuidar el cuerpo: la clave está en el equilibrio y la planificación.
“Las fiestas no engordan por sí solas; lo que impacta es la suma de excesos sostenidos durante varias semanas”, explican nutricionistas. Por eso, recomiendan mantener rutinas básicas y tomar decisiones conscientes antes y durante las comidas.
Planificación y porciones conscientes
Uno de los principales consejos es no llegar con hambre extrema a las celebraciones. Consumir una colación saludable previamente —como frutas, yogur natural o frutos secos en porción controlada— ayuda a evitar comer de más. Durante la cena, los especialistas sugieren servirse porciones pequeñas y priorizar proteínas magras y ensaladas, dejando los alimentos más calóricos para degustaciones moderadas.
Elegir, no prohibirse
Los expertos advierten que prohibirse ciertos alimentos suele ser contraproducente. “Es mejor elegir qué vale la pena comer y disfrutarlo sin culpa, en lugar de probar todo sin control”, señalan. Compartir postres, evitar repetir platos y comer con atención —sin pantallas ni apuros— son estrategias simples y efectivas.
Mantenerse activo
Kinesiólogos y médicos deportivos destacan la importancia de no abandonar la actividad física. Caminar después de las comidas, realizar rutinas cortas en casa o aprovechar actividades recreativas en familia contribuye a equilibrar el balance calórico y mejorar la digestión.
Cuidado con las bebidas
El consumo de alcohol y bebidas azucaradas es uno de los principales factores del aumento de peso en estas fechas. Especialistas recomiendan alternar con agua, optar por versiones sin azúcar y moderar la ingesta de alcohol, ya que aporta calorías vacías y estimula el apetito.
Descanso y manejo del estrés
Dormir mal y el estrés propio del cierre de año también influyen en el peso. Psicólogos y médicos recuerdan que el descanso adecuado regula el apetito y ayuda a tomar mejores decisiones alimentarias.
En síntesis, los expertos coinciden en que disfrutar de las fiestas y cuidar la salud no son objetivos opuestos. Con pequeñas acciones sostenidas —comer con moderación, mantenerse activo y escuchar al cuerpo— es posible cerrar el año sin sumar kilos y comenzar el siguiente con bienestar.
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