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La historia de Bastián Arce, el chileno que se convirtió en el número uno del mundo en karate junior

Bastián Arce es pentacampeón nacional, campeón sudamericano y también panamericano, pero ahora puede presumir de un nuevo logro. Es el número uno del ranking mundial de karate junior en la categoría -55 kilos.

Sobre el tatami, Arce es bravo. Grita eufórico, tiene gesto fiero, se mueve con velocidad y agresividad. Pero esa imagen contrasta con lo que es su vida cotidiana. Un tímido adolescente de 17 años que vive en San Francisco de Mostazal y al que le cuesta dimensionar lo que acaba de conseguir.

Recuerda que partió cuando tenía 10. Le llamó la atención una exhibición y se anotó en un taller del colegio.

«Yo era muy tímido. Cuando me llevaban a la pizarra, me ponía a llorar. No tenía personalidad. El rener que tener una actitud fuerte en karate me ayudó», le cuenta a Emol.

Arce dice que era «del montón», que no había nada especial en él. A cargo del taller estaba la seleccionada nacional Leslie Astete y el esposo de ella, Juan Carlos Pardo, conoció al «Chico Bastián». Se convirtió en su sensei.

Pardo cuenta que entrenaban hasta en los feriados. En esas largas horas en la academia se fue enhebrando un sólido vínculo entre ambos.

«Es un niño muy tímido, de familia, humilde. Es alegre, pero socialmente le cuesta un poquito relacionarse. Hoy lo hace con mayor facilidad gracias al karate. Cuando combate, nadie lo conoce. Es un niño obediente, que me valora», relata el sensei.

Han sido días intensos para el adolescente. Muchas entrevistas, mucha exposición, muchos mensajes por redes sociales. Pero en ese punto se detiene y mira atrás.

Afirma que a los deportistas de región les cuesta más que a los de la capital. Los costos para moverse eran altos y él viene de una familia humilde. Su padre, Patricio, es soldador y su madre, Giselle, trabaja en el CESFAM de San Francisco de Mostazal. «Siempre me apoyaron, aunque no estuvieran bien económicamente», asegura el joven atleta.

«Para un viaje a México yo le pagué la estadía para que fuera. El papá se tuvo que endeudar en cuotas. Siempre ha sido así la mayoría de las veces. Todavía no cuenta con una beca Proddar», expresa el entrenador Juan Carlos Pardo.

Arce repite la palabra «sacrificios». Varias veces pensó en dejar el karate. Veía a sus amigos llevar una vida normal. Él, en cambio, tenía que hacer malabares para cumplir con el colegio y tenía que cuidar cada cosa que comía cuando salía para no pasarse del peso.

Constantemente se frustraba. Una preguntaba rondaba en su cabeza e incomodaba. «Muchas veces me cuestioné seguir en el karate, me daban ganas de ser alguien normal. Me arrepentía de haber sacrificado tantas cosas y no ganar algo que me diera a entender que todo había valido la pena», expresa.

Pensó que su situación iba a cambiar luego de ser campeón sudamericano. Viajó a México en 2018 para una Liga Mundial con expectativas muy altas. Pero no resultó cómo esperaba y vino el peor momento de su carrera.

Le tocó un rival accesible. Sin embargo, perdió. El anhelo de ganar su categoría fue dinamitado en primera ronda. Varios de sus compañeros terminaron con medalla en esa competencia.

«Me costó levantarme. Pensé que era el mensaje que tanto estaba esperando. ‘Ya no doy más con esto, es suficiente’, dije», narra.

Pero siguió. Hoy es el mejor del mundo. En mayo de este año termina su etapa juvenil y ya piensa en los Odesur de este año y los Panamericanos de Santiago 2023. Se siente raro ser el número uno.

«Me llena el saber que logré lo que tanto quise, pero por otro lado siento que lo he disfrutado como realmente he buscado. ¿Es un arma de doble filo? ¿Una señal de que estoy buscando más? ¿O será ese lamentable lado en el cual no podré llenarlo por más esfuerzo que ponga? Son cosas en las que no quiero pensar ahora, puedo no estar bien, pero quiero seguir y seguiré con mi inmadura, pero feliz forma de vivir el día a día», escribió en Instagram.

Arce no es el único que ha dado que hablar estos días. Magdalena Godoy también alcanzó la cima del ranking mundial. Ambos ilusionan al karate y al deporte nacional.

Original de Emol
Foto: IG de Bastián Arce

@EstudioEstadio

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