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La nueva polémica que sacude al arbitraje chileno con fuertes acusaciones y cuestionamientos a la comisión de la ANFP

Un nuevo terremoto sacude al arbitraje chileno. La era de Javier Castrilli suma y suma polémicas y los coletazos del despido de tres jueces, la semana pasada, continúan.

Ayer lunes la Dirección del Trabajo llegó hasta la sede de la ANFP para fiscalizar las salidas de Patricio Blanca, Omar Oporto y Raúl Orellana. Se investigan las causales del cese y las posibles irregularidades.

Ese no es el único tema que envuelve a los jueces. También hay entre medio un lío dirigencial en el Sindicato. De hecho, en la última asamblea se aprobó una investigación (proceso de censura) contra la actual administración que preside Johnny Harasic por «incumplimientos graves».

«La directiva actual ha incumplido con las reglas de nuestros estatutos: no establecer presupuesto anual, hacer uso en bienes inmuebles, no hacer balances, ocupar dineros sin las autorizaciones para distintas actividades, todos hechos graves que llevan a esta decisión de censura», explica Blanca.

Pero… ¿Qué relación tiene el despido de los mencionados árbitros con lo que ocurre en el sindicato? Precisamente Blanca, uno de los réferi cesado, da su versión y varios detalles en diálogo con Emol.

«Los que quisimos ingresar para ver todos estos temas sufrimos presiones, que están de sobra detallar, y que el jueves pasado quedaron en evidencia cuando fuimos despedidos», lanza. «Cuando yo emití el correo para solicitar la asamblea sabía que iba a ocurrir esto. Las coincidencias con mi despido y otros casos son muchas. Yo sabía lo que podía ocurrir, pero asumí el riesgo y no tengo nada de que arrepentirme. Hay cosas que no podemos soportar más», agrega.

Ahora entró la Dirección del Trabajo a fiscalizar los despedidos… ¿Por qué usted decide iniciar este proceso?

«No busco algo judicial, eso es algo del tiempo. El objetivo era sacar a la luz los nexos sindicales con la ANFP para tratar de limpiar todo esto. Ayer la asamblea, en una votación histórica, decidió llevar adelante el proceso de censura contra la actual administración sindical. El despido nuestro provocó lo contrario que buscaban que era causar temor».

Habla de nexos entre el sindicato y la Comisión de Árbitros de la ANFP, lo puede aclarar…

«Había distintas medidas de presión para no inmiscuirse en la cúpula de las decisiones arbitrales. Nosotros sentíamos hace mucho tiempo que la directiva sindical tenía una relación directa con la comisión de arbitraje en influencia en partidos, en designaciones, proyecciones de árbitros, descensos de árbitros. Intentamos muchas veces hacer algo, pero venían las presiones y el temor se infundía en todos los colegas».

¿Medidas de presión? ¿Cómo cuáles?

«Todos saben que los árbitros tenemos contrato donde las remuneraciones van relacionadas directamente con la designación de partidos, cuando no nos designan claramente afecta. Cuando llegó la actual administración arbitral a la ANFP y se enteraron de que yo estaba haciendo movimientos con mis colegas para ver el voto de censura contra el sindicato, no fui designado más en cancha. Me relegaron a funciones de cuarto árbitro. Siempre hay presiones. Te sacan de los partidos, te disminuyen los partidos o te despiden».

O sea, usted dice que hay conexión directa entre lo que ocurre con las decisiones respecto al arbitraje en la ANFP y el sindicato…

«Claro. El sindicato, como cualquier otro del país, tiene como objetivo buscar el bien de sus asociados, resguardar su fuente laboral. Un sindicato no tiene por qué ser enemigo del empleador, pero tampoco tener una relación tan cercana como para tomar decisiones de las labores de cada uno.

Doy un ejemplo claro. Cuando quisimos hacer una comisión revisora de cuentas, el sindicato otorgó solo una hora para eso y no se pudo hacer mucho y en lo poco ya encontraron irregularidades. Tras ello la comisión se retiró, pasaron unas horas y fue despedido Enrique Osses en la ANFP. Cada vez que se realiza una acción contra la directiva sindical ocurren medidas de presión».

La defensa de Castrilli

En medio de toda la polémica, el jefe de los jueces también habló y entregó los argumentos que, según él, justifican la decisión de despedir a Blanca, Oporto y Orellana.

«Si consideramos que no tienen proyección por rendimiento, porque hace dos años no dan las pruebas físicas, porque descendieron de categoría, porque tuvieron errores garrafales, tienen que ser dados de baja», indicó el argentino a El Mercurio.

«A Orellana, Oporto y Blanca se les ofreció invitarlos a participar, en un futuro, como asesores para descubrir talentos en el fútbol joven. Y ninguno aceptó. Su salida es por la reestructuración, por la necesidad de cambiar el asunto generacional y de darle oportunidad a los jóvenes. Tenemos que apostar al futuro del arbitraje chileno», agregó.

Incluso, Castrilli aseguró, en ADN radio, que a los mencionados jueces se les informó de su salida a finales del año pasado. Blanca refuta las palabras del trasandino.

«Nosotros teníamos las pruebas físicas aprobadas, no como se dice que estaban atrasadas en dos años. Tampoco se nos informó el año pasado que saldríamos, a quién se le avisa cuatro meses antes que será despedido», indica.

Los dardos a la comisión

Blanca considera que desde que asumió el argentino en la Comisión de Árbitros del fútbol chileno la situación no ha mejorado. Al contrario, dice, y explica sus razones.

«El trabajo técnico de esta administración tiene los resultados a la vista. El fin de semana fue una muestra, Roberto Tobar dirigió a su estilo, no acorde a las directrices del jefe actual y eso se notó en el juego», sostiene citando lo ocurrido en el Superclásico del pasado domingo.

«Las evidencias son claras. En las administraciones anteriores habían errores, pero también mejoras y esas eran registradas. en base a eso se trabaja en cancha y en la cabina del VAR, pero eso actualmente no existe. No hay datos para saber qué se mejora o empeora. Los entrenamientos en práctica, donde mejoramos nuestras decisiones, no se hacen, sólo hay algo similar que se ha realizado sólo una vez en todo este tiempo, antes se hacía una vez a la semana como mínimo», argumenta.

El ahora ex juez de la ANFP da más detalles y también lanza un claro dardo a Castrilli.

«Estamos prácticamente destinados a entrenar físico, sin la presencia de la comisión, y tener una charlas telemática o presencial donde nos dictan las regalas de juego, algo que hace cualquiera. Hoy el fútbol necesita profesionalismo, no cosas que se hacían hace 20 años atrás, no tengo nada con la gente que tiene experiencia, pero para trabajar en el día de hoy se necesita perfeccionamiento, no venir con esas cosas de hace 20 años, donde era otro fútbol».

Fuente: Emol

@EstudioEstadio

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