Una inusual y controvertida reunión entre el plantel de Colo Colo, el director técnico Jorge Almirón y una facción de la Garra Blanca, realizada en el estadio Monumental, provocó un fuerte remezón al interior de Blanco y Negro. La cita tuvo lugar tras la humillante goleada sufrida ante Deportes Limache, que significó la eliminación del equipo en la Copa Chile.
Durante el encuentro, jugadores y cuerpo técnico ofrecieron explicaciones a los barrabravas sobre la profunda crisis futbolística que atraviesa el equipo. Según informó La Tercera, la reunión se realizó en un espacio oficial del club: la sala de prensa del Monumental, lugar donde habitualmente se celebran las ruedas de prensa postpartido.
Consultado al respecto en el aeropuerto, el presidente de Blanco y Negro, Aníbal Mosa, evidenció incomodidad y nerviosismo. “No lo sé, no lo sé… gracias, tengo que irme a embarcar”, respondió de manera escueta al ser abordado por Radio Cooperativa, evitando confirmar o negar la realización de la reunión.
Mosa se excusó en su viaje a Argentina, donde Colo Colo enfrentará a Racing por la Copa Libertadores, y evitó profundizar en el tema. Prefirió enfocar sus declaraciones en el partido, clave para las aspiraciones del club en el certamen continental, aunque el equipo marcha colista de su grupo y ha mostrado un bajo nivel futbolístico.
“La esperanza es lo último que se pierde. Vamos con todas las ganas de buscar los puntos. A los hinchas les pido confianza. Estamos trabajando para revertir la situación”, afirmó. También aprovechó la instancia para reiterar su respaldo a Jorge Almirón: “Confiamos en él y en todos”.
La presión de la Garra Blanca
La reunión entre barrabravas, jugadores y cuerpo técnico se habría concretado el domingo, apenas un día después de la histórica derrota ante Deportes Limache. En el encuentro, los representantes de la Garra Blanca expresaron duras críticas al rendimiento del equipo, sumándose a los cuestionamientos públicos que ya enfrentaba Almirón.
La palabra “mediocres” habría sido una de las más repetidas por los hinchas, reflejando la creciente desconexión entre la barra y el plantel. La situación ha generado inquietud en la dirigencia de Blanco y Negro, no solo por el momento deportivo, sino por el precedente que deja el ingreso de una facción de hinchas a un espacio institucional para exigir explicaciones al cuerpo técnico y jugadores.
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