En una tarde cargada de simbolismos y tensión, Colo Colo logró un respiro necesario. Goleó por 4-1 a Unión Española en el Estadio Monumental, cortando una racha de cinco partidos sin victorias y devolviendo, al menos por unas horas, algo de calma a un equipo sumido en la incertidumbre deportiva e institucional.
El triunfo llega en un momento clave: con la continuidad de Jorge Almirón pendiendo de un hilo y con la dirigencia de Blanco y Negro negociando su salida, el equipo respondió dentro de la cancha. El propio técnico, consciente del contexto, cambió hasta su vestimenta habitual por una tenida formal. Cada gesto fue observado con lupa. La presión era total.
Un inicio turbulento, pero con carácter
El partido comenzó cuesta arriba para Colo Colo. Apenas a los 3 minutos, un desafortunado autogol de Daniel Gutiérrez silenció a la hinchada. Pero, a diferencia de las últimas semanas, el equipo mostró reacción inmediata. A los 7’, Javier Correa igualó con una volea tras una jugada iniciada por el juvenil Francisco Marchant, quien sorprendió con un remate al travesaño apenas comenzado el partido.
La dupla Vidal–Pizarro se adueñó del mediocampo y lideró una remontada que no tardó en plasmarse en el marcador. A los 21’, Vicente Pizarro convirtió el 2-1 con un zurdazo desde fuera del área. Solo tres minutos después, un penal sobre Correa permitió a Arturo Vidal ampliar el marcador. El “King” no dudó en correr hacia la banca para abrazar a Almirón, en una imagen que transmitió más que cualquier declaración.
Segundo tiempo controlado y mensaje desde la cancha
Colo Colo mantuvo el dominio en el complemento. A los 58’, otra jugada polémica en el área terminó en penal, sancionado vía VAR. Claudio Aquino selló el 4-1 y también celebró con el técnico, en lo que parecía una coreografía de despedida. Almirón, visiblemente emocionado, saludó a la galería al final del encuentro.
No ganaban desde el 26 de abril ante Coquimbo Unido. Esta vez, los aplausos reemplazaron los murmullos. El equipo no solo ganó: mostró reacción, actitud, y una conexión que había estado ausente en las últimas semanas.
¿El último capítulo de Almirón?
Pese al buen resultado, el panorama de Jorge Almirón sigue siendo incierto. Blanco y Negro ya trabaja en su salida y el acuerdo podría cerrarse en los próximos días. No estuvo en la banca por sanción, pero estuvo presente. Dirigió. Fue abrazado. Fue despedido por su público. Fue, quizás, su acto final.
En el Monumental, los goles calmaron por un momento la tormenta. Pero la tormenta no ha terminado. El futuro de Colo Colo —y de su entrenador— se definirá pronto. Lo que quedó claro este sábado es que, cuando se enciende la llama del fútbol, incluso en medio del caos, todavía puede haber algo de magia.
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