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Ejercicio y salud digestiva: nuevas evidencias confirman su impacto positivo en el bienestar intestinal

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La actividad física vuelve a protagonizar titulares, esta vez por su impacto directo en el sistema digestivo. Diversas investigaciones recientes señalan que el ejercicio regular no solo beneficia al corazón y al metabolismo, sino que también desempeña un papel clave en la motilidad intestinal, la microbiota y la prevención de trastornos digestivos como el estreñimiento funcional y el síndrome de intestino irritable (SII).

Especialistas en gastroenterología explican que el movimiento corporal favorece la contracción natural del intestino, lo que acelera el tránsito gastrointestinal y reduce la acumulación de gases. Además, estudios publicados en revistas de medicina interna han demostrado que la actividad física moderada puede modular positivamente la microbiota, incrementando la diversidad de bacterias beneficiosas y reduciendo la inflamación intestinal de bajo grado.

Según los expertos, determinados tipos de ejercicios generan beneficios especialmente notables:

Ejercicios recomendados para mejorar la salud digestiva

1. Actividad aeróbica moderada (4–5 veces por semana)

La evidencia científica muestra que caminar, trotar suavemente o andar en bicicleta incrementa la circulación sanguínea hacia el intestino y estimula el movimiento peristáltico.

  • Caminar 30–45 minutos después de las comidas principales ayuda a prevenir el estreñimiento.

  • Natación suave durante 20–30 minutos mejora la movilidad intestinal sin impacto articular.

2. Ejercicios de fortalecimiento del core (3 veces por semana)

El fortalecimiento de los músculos abdominales mejora la presión intraabdominal y facilita el tránsito colónico.

  • Plancha abdominal: 2–3 series de 20–30 s.

  • Puente lumbar: 2–3 series de 12 repeticiones.

  • Abdominales isométricas: 2 series de 10–12 repeticiones.

3. Yoga y estiramientos digestivos (diario o 3–4 días por semana)

Varios estudios resaltan que el yoga puede reducir el estrés, uno de los mayores agravantes del SII, y mejorar la movilidad intestinal.

Posturas recomendadas:

  • Postura del niño (Balasana): 1–2 minutos.

  • Torsión supina (Supta Matsyendrasana): 30–40 s por lado.

  • Postura del gato-vaca (Marjaryasana–Bitilasana): 10–12 repeticiones.
    Estas posturas masajean suavemente los órganos abdominales y facilitan la expulsión de gases.

4. Ejercicio de respiración diafragmática

La respiración profunda ayuda a regular el sistema nervioso autónomo, reduciendo la respuesta al estrés que puede alterar la motilidad intestinal.

  • Inspirar profundamente 4 s, mantener 2 s y exhalar 6 s, durante 5–10 minutos.

Un enfoque integral respaldado por la medicina

Los gastroenterólogos insisten en que el ejercicio debe complementarse con hidratación adecuada, dieta rica en fibra y hábitos intestinales regulares. No obstante, el movimiento se consolida como una herramienta terapéutica de bajo coste y alta eficacia para mejorar la salud digestiva.

La actividad física es una intervención sencilla con grandes beneficios para el aparato digestivo”, coinciden los especialistas, quienes recomiendan adaptar la intensidad según la edad y condición de cada persona.

Rutina semanal para una digestión saludable

Lunes – Activación digestiva y movilidad

  • Caminata rápida: 35–40 min.

  • Secuencia de yoga digestivo (10–12 min):

    • Gato–vaca (Marjaryasana–Bitilasana) – 12 repeticiones

    • Torsión supina – 30 s por lado

    • Postura del niño – 1 min

  • Respiración diafragmática: 5 min.

Beneficios: mejora del tránsito intestinal matutino y reducción de gases.

Martes – Core para el tránsito intestinal

  • Plancha abdominal: 3 × 25 s

  • Puente lumbar: 3 × 12

  • Marcha en el sitio elevando rodillas: 3 × 45 s

  • Estiramientos del psoas e isquiotibiales: 20 s c/u

Beneficios: mejora la presión intraabdominal y favorece la motilidad.

Miércoles – Aeróbico moderado

  • Bicicleta estática o al aire libre: 30–45 min a ritmo moderado

  • Estiramientos digestivos (5–7 min): torsión sentada, inclinación lateral suave.

Beneficios: acelera el tránsito colónico y mejora la perfusión intestinal.

Jueves – Yoga digestivo + manejo del estrés

  • Yoga suave (20–25 min):

    • Saludo al sol modificado × 3

    • Torsiones de pie

    • Postura del camello suave (si no hay molestias lumbares)

    • Postura del bebé feliz

  • Respiración 4–2–6: 8 min

Beneficios: reduce estrés, mejora el SII y disminuye la inflamación de bajo grado.

Viernes – Fuerza moderada + movilidad

  • Sentadillas sin peso: 3 × 12

  • Remo con banda elástica: 3 × 12

  • Abdominal isométrico (hollow hold suave): 3 × 15–20 s

  • Caminata post-ejercicio: 15 min

Beneficios: fortalece musculatura profunda que ayuda al tránsito intestinal.

Sábado – Aeróbico suave y liberación de tensiones

  • Natación suave: 20–30 min
    (O caminar 45 minutos si no hay piscina)

  • Estiramientos digestivos: 10 min

Beneficios: facilita el movimiento intestinal sin impacto articular.

Domingo – Recuperación activa

  • Caminata relajada: 20–30 min

  • Respiración diafragmática o meditación guiada: 10 min

  • Auto-masaje abdominal en sentido horario: 2–3 min

Beneficios: recuperación del sistema nervioso entérico y regulación del estrés.

Recomendaciones adicionales para potenciar la salud digestiva

  • Mantén hidratación adecuada (1.5–2 L/día).

  • Distribuye el ejercicio preferiblemente después de las comidas, especialmente caminatas.

  • Evita actividades muy intensas inmediatamente después de comer.

  • Mantén horarios regulares de sueño y comidas.

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