Colo Colo enfrenta uno de los escenarios económicos más delicados de los últimos años, con una millonaria deuda acumulada y un déficit proyectado para 2025 que supera los 2 millones de dólares (más de 1.700 millones de pesos). La situación podría empeorar aún más si el club no clasifica a la Copa Sudamericana 2026, lo que elevaría la merma anual hasta los 3 millones de dólares (más de 2.600 millones de pesos).
Sanciones y pérdidas de recaudación agravan la crisis
El complejo panorama financiero se explica, en gran parte, por la sanción impuesta por Conmebol tras los incidentes ocurridos en el partido frente a Fortaleza por Copa Libertadores, lo que obligó a Colo Colo a disputar dos encuentros sin público. A ello se suman las reiteradas reducciones de aforo en la Liga de Primera División, medidas que golpearon directamente los ingresos por ticketing, una de las fuentes de financiamiento más estables del club.
El resultado ha sido un desbalance significativo en la recaudación, dejando al ‘Cacique’ con una caja debilitada y con menor margen para absorber gastos operativos o inversiones deportivas.
Directiva reconoce la gravedad del momento
El director Ángel Maulén, representante del Bloque Vial en la mesa de Blanco y Negro, fue categórico al describir la fragilidad económica que atraviesa la institución.
“La situación de Colo Colo financieramente está muy complicada. Tenemos serios problemas para manejar de manera adecuada la caja”, afirmó.
Frente a este escenario, Maulén aseguró que el club depende directamente de la venta de jugadores jóvenes con proyección para equilibrar las cuentas.
“Dependemos de la venta de buenos jugadores como Lucas Cepeda o Vicente Pizarro para salvar adecuadamente este año”, confesó, dejando en evidencia que las exportaciones al extranjero se han vuelto una necesidad más que una estrategia.
El mercado internacional como salvavidas
La dirigencia reconoce que el oxígeno financiero debe provenir desde el mercado internacional, con traspasos que permitan aliviar la presión del déficit y dar continuidad a la operación del club.
A esto se suma la complejidad de sostener contratos altos firmados en temporadas anteriores, lo que reduce aún más la capacidad de maniobra económica. Y, en caso de no clasificar a competencias internacionales en 2026, Colo Colo perdería otra de sus principales fuentes de ingresos extraordinarios.
Un 2026 con máxima incertidumbre
El panorama descrito por Maulén no deja lugar a dudas: “El próximo año se nos viene muy complejo, muy complejo”, advirtió, anticipando que será inevitable considerar la salida de jugadores con sueldos elevados para ajustar los gastos a la nueva realidad económica.
Colo Colo enfrenta así un periodo crítico, marcado por la urgencia de sanear sus finanzas mediante ventas estratégicas y una reestructuración del plantel, mientras la dirigencia busca evitar que la crisis económica termine afectando el rendimiento deportivo en la próxima temporada.
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