Colo Colo inició oficialmente su proceso de reestructuración después de cerrar un año marcado por el fracaso deportivo: sin títulos, eliminado de la Copa Chile, afuera prematuramente de las competencias internacionales y sin cupo para la temporada 2026. Con ese escenario, el club entra en un periodo de decisiones clave, comenzando por la continuidad del técnico Fernando Ortiz.
El futuro del entrenador argentino sigue en suspenso. Su contrato considera una cláusula de salida condicionada a la clasificación a torneos internacionales, objetivo que no se logró. Aunque tras la derrota ante Audax Italiano Ortiz expresó su deseo de continuar, su permanencia dependerá del análisis que realizará el directorio, instancia que sesionará esta semana para definir si sigue o no al mando del plantel.
Paralelamente, la dirigencia ya inició la depuración del equipo tras una campaña que no respondió a las expectativas. Entre los casos más claros está el de Emiliano Amor, quien no renovará contrato. Las lesiones y la irregularidad impidieron que el defensor argentino recuperara su mejor nivel.
En la misma línea, Óscar Opazo quedó fuera de los planes institucionales, mientras que Mauricio Isla tampoco figura en la proyección deportiva para 2026.
La situación de Esteban Pavez refleja las tensiones internas que marcaron la temporada. El excapitán fue marginado de las últimas convocatorias y en el club consideran que su ciclo está prácticamente cerrado. También hay definiciones para Marcos Bolados y Salomón Rodríguez: al extremo antofagastino se le buscará una salida debido a su pérdida de protagonismo, mientras que el delantero uruguayo sería puesto en venta con el fin de recuperar parte de la millonaria inversión realizada por su fichaje.
En medio de este proceso, el ambiente interno sigue cargado de autocrítica. Lucas Cepeda fue uno de los jugadores que asumió responsabilidades tras el cierre del torneo. “Es lamentable lo que pasó, estuvimos al debe. Ahora todos somos cuestionados”, señaló, en línea con otros futbolistas que reconocen un desempeño insuficiente y un año marcado por tensiones.
Sin embargo, también surgieron voces más duras. Arturo Vidal calificó la campaña como “una vergüenza”, apuntando a problemas internos y dirigenciales que, según él, dañaron al grupo. “Pasaron muchas cosas, hay mucha pelea interna. Así nos fue”, declaró.
Con este panorama, Colo Colo entra a un periodo decisivo. Con el centenario ya concluido y la presión por reconstruir un proyecto competitivo, la directiva comienza a implementar las primeras medidas. La definición sobre Fernando Ortiz será el primer gran punto de la agenda, mientras que la lista de salidas ya está trazada sobre la mesa.
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