Especialistas advierten que el cierre de año puede intensificar emociones como estrés, ansiedad o tristeza, y entregan claves para transitar este período con mayor bienestar emocional.
Las fiestas de fin de año suelen asociarse a celebraciones, reuniones familiares y balances personales. Sin embargo, para muchas personas diciembre también es un mes marcado por la sobrecarga emocional, el estrés y expectativas difíciles de cumplir. Psicólogos y especialistas en salud mental coinciden en que reconocer estas emociones y abordarlas a tiempo es clave para cuidar el bienestar psicológico.
“Existe una presión social por estar bien, celebrar y cerrar el año de manera positiva, lo que puede generar frustración cuando la realidad personal no coincide con ese ideal”, explican expertos. Por ello, subrayan que no todas las personas viven las fiestas de la misma manera, y que sentirse cansado, ansioso o triste en esta época es más común de lo que se cree.
Manejo de expectativas y autoexigencia
Uno de los principales consejos es bajar las expectativas respecto a cómo “deberían” ser las fiestas. Psicólogos recomiendan evitar comparaciones con otros y comprender que no todo debe ser perfecto. “Aceptar que el año tuvo luces y sombras ayuda a cerrar ciclos de manera más realista y compasiva”, señalan.
Poner límites y respetar los propios tiempos
Las reuniones sociales continuas pueden resultar agotadoras. Los especialistas destacan la importancia de aprender a decir que no cuando el cansancio emocional es alto. Priorizar encuentros significativos y reservar espacios de descanso personal contribuye a prevenir el desgaste psicológico.
Conectar con las emociones, incluso las difíciles
Lejos de reprimir lo que se siente, los expertos recomiendan validar las emociones. La nostalgia por personas ausentes, el duelo o la sensación de soledad suelen intensificarse en estas fechas. Hablar de lo que ocurre con alguien de confianza o escribir sobre ello puede aliviar la carga emocional.
Rutinas, autocuidado y descanso
Mantener horarios de sueño relativamente estables, alimentarse de forma regular y realizar actividad física suave ayudan a regular el estado de ánimo. Psicólogos insisten en que el autocuidado no es un lujo, sino una herramienta fundamental para la salud mental, especialmente en períodos de alta exigencia emocional.
Equilibrar el balance del año
Hacer un balance de fin de año puede ser positivo si se enfoca desde el aprendizaje y no desde el castigo personal. “Reconocer logros, por pequeños que sean, y aceptar lo que no se pudo cumplir permite comenzar el nuevo año con menor carga emocional”, explican los especialistas.
Buscar apoyo cuando sea necesario
Finalmente, los expertos recalcan que si las emociones negativas se vuelven persistentes o interfieren con la vida cotidiana, buscar apoyo profesional es una señal de cuidado, no de debilidad.
En síntesis, enfrentar las fiestas de fin de año desde lo psicológico implica escucharse, poner límites y priorizar el bienestar emocional. Comprender que no todo es celebración y que cada persona vive este período a su manera puede marcar la diferencia para cerrar el año con mayor calma y equilibrio mental.
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