El máximo goleador de Colo Colo en la temporada, Javier Correa, volvió a ser baja y encendió las alarmas en el Estadio Monumental. El delantero argentino no logró superar las molestias físicas que lo han afectado durante gran parte del año, y su ausencia ante Coquimbo Unido reabrió el debate sobre su fragilidad física.
Correa suma 15 goles en 29 partidos, pero su frecuencia de lesiones empieza a preocupar al cuerpo técnico de Fernando Ortiz, que analiza si vale la pena arriesgarlo en la recta final del Campeonato Nacional o preservarlo pensando en lo que viene. La última dolencia en los gemelos es la octava lesión del 2025, acumulando 51 días fuera de competencia oficial, según datos de En Cancha. El cuerpo médico tomará una decisión definitiva este viernes sobre su eventual participación frente a Deportes Limache o si continuará en recuperación.
En el historial reciente del atacante figuran un desgarro en la Supercopa ante Universidad de Chile, molestias musculares frente a Huachipato, un edema previo al duelo con La Serena y una gastroenteritis que lo dejó fuera de la Copa Chile. En total, desde su llegada a Macul, el argentino acumula más de 80 días sin jugar entre la temporada pasada y la actual.
El técnico Fernando Ortiz fue categórico al respecto: “Si creo que puede ser un riesgo para él, no lo voy a arriesgar”, afirmó el estratega, reflejando la preocupación del cuerpo técnico, que teme perder a su goleador por un periodo más prolongado justo cuando el equipo busca acercarse a la punta del torneo.
El historial médico de Correa no solo complica el presente albo, sino que también abre dudas sobre su continuidad en 2026. En el Monumental reconocen que su poder goleador es fundamental, pero su estado físico se ha transformado en un problema que el club ya no puede seguir ignorando.
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