Hay historias que merecen ser contadas. Esta es una de ellas.
En los recientes Juegos Olímpicos de Tokio, el atleta jamaiquino Hansle Parchment, ganador de la medalla de oro de la prueba de los 110 metros con valla, estuvo a punto de no participar en dicha carrera, y sólo lo pudo hacer por la buena voluntad de una voluntaria. Literalmente, ganó gracias a ella.
Fue el mismo atleta quien contó que cuando se dirigía al Estadio Olímpico de Tokio, se equivocó de vehículo y terminó su viaje en el Centro Acuático de la misma ciudad. Obviamente, lejos de su destino original…
La historia la recogió The Mirror, quien la hizo pública, a partir de unos videos que el mismo deportista Hansle Parchment publicó en sus redes sociales.
El velocista relató en sus videos que al dirigirse a la competencia partió desde la villa olímpica, lugar de residencia de los competidores, hacia el lugar equivocado y que, dado los protocolos tan estrictos, no podía regresar a su lugar de origen y luego al Estadio Olímpico, porque simplemente no llegaba.
Al darse cuenta de esto, y que la hora de la competencia se acercaba, se impacientó y no sabía qué hacer para llegar a tiempo a la carrera.
Buena samaritana
En ese contexto, pidió ayuda a una voluntaria que prestaba servicios en el Centro Acuático, a quien le pidió ayuda y le explicó su situación. “Estaba tratando de subirme a uno de los autos con el logo de los Juegos Olímpicos, pero son muy estrictos con los protocolos y para subirme tendría que haber programado el viaje con antelación”, dio.
“Vi a la voluntaria y tuve que rogarle, porque obviamente no tenía permitido hacer mucho por mí, pero me dio un poco de dinero para que tomara uno de los taxis. Y así fue como es que llegué a tiempo, para poder entrar en calor bien y poder competir”, relató.
Y tan bien le fue, que ganó el máximo galardón, en la exigente carrera… Pero la historia no acabó ahí.
Terminada la carrera, Hansle Parchment partió al Centro Acuático para buscar a la voluntaria, para agradecerle su ayuda y su buena disposición.
Cuando la encontró, ésta lo recibió con amabilidad y alegría y se sorprendió mucho cuando el atleta le mostró su medalla y le agradeció el gesto. Junto con esto, Parchment le obsequió una camiseta de Jamaica y le devolvió el dinero que le había pasado la muchacha, el que le permitió llegar a tiempo a su competencia.
Pero no terminó ahí
La historia no solo se hizo viral, sino que también llegó a oídos de las autoridades jamaiquinas, y fue el ministro de Turismo quien se refirió al hecho. “No importa en qué lugar del mundo esté ella, queremos hacer recíproca la amabilidad mostrada con uno de los nuestros», sostuvo la autoridad.
El Jamaica Gleaner, que tituló la historia como «Buen samaritano que ayudó a Parchment invitado a Jamaica», recogió las palabras del ministro Edmund Bartlett, quien luego de ver el video, dijo que estaba obligado por el hecho de que la voluntaria, sólo conocida como Tania, «fue más allá del llamado del deber para lograr grandes resultados».
“Es desinteresado lo que hizo; uno no sabría cuál hubiera sido el resultado ”, afirmó y agregó que se sintió impulsado a invitarla a Jamaica, donde será recibida por su equipo de ministerio.
«No importa en qué parte del mundo se encuentre, queremos corresponder a la amabilidad mostrada a uno de los nuestros», dijo.
“Siempre sé amable con el resto de las personas”, dijo en el video el atleta, que no sólo será conocido por su victoria, sino que también por la humildad en reconocer la ayuda de una desconocida.
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